sábado, 28 de agosto de 2010

THE GIFT OF READING (El regalo de la lectura)

Ya queda poco para comenzar el nuevo curso y seguir buscando estrategias para el fomento de la lectura. Para empezar, os dejo este bonito vídeo de Literacy Foundation , ‘The gift of reading’ (El regalo de la lectura). En él se hace la advertencia: ‘Cuando no lees la imaginación desaparece (When you don’t read, imagination disappears)’. Podremos generar un debate entre nuestros niños sobre las consecuencias que se pueden originar al no leer libros.

lunes, 9 de agosto de 2010

CÓMO DEFINIR AL LECTOR IDEAL - ALBERTO MANGUEL

Cómo definir al lector ideal
Alberto Manguel

(Este documento en PDF lo puedes obtener PINCHA AQUÍ).

Si no has leído aún a Alberto Manguel te recomendamos que corras a una librería, a una biblioteca y consigas un libro suyo. Te recomendamos, en particular, Una historia de la lectura, Ed. Alianza, y también Breve guía de lugares imaginarios y Diario de lecturas, ambos publicados también en Alianza editorial.


El lector ideal es el escritor en el instante anterior a la escritura.
El lector ideal no reconstruye un texto: lo recrea.
El lector ideal no sigue el hilo de la narración: avanza con él.
Un célebre programa de radio para niños en la BBC siempre comenzaba con la pregunta:
“¿Estáis sentados cómodamente? Entonces podemos empezar”. El lector ideal sabe sentarse cómodamente.
Imágenes de San Jerónimo lo muestran detenido en su traducción de la Biblia, escuchando la palabra de Dios. El lector ideal debe aprender a escuchar.
El lector ideal es un traductor. Es capaz de desmenuzar un texto, retirarle la piel, cortarlo hasta la médula, seguir cada arteria y cada vena, y luego poner en pie a un nuevo ser viviente.
El lector ideal no es un taxidermista.
El lector ideal existe en el momento que precede a la creación.
Para el lector ideal todos los recursos literarios son familiares.
Para el lector ideal, toda anécdota es novedosa.
“Uno debe ser algo inventor para leer bien”. Ralph Waldo Emerson.
El lector ideal tiene una ilimitada capacidad de olvido. Puede borrar de su memoria el hecho que el Dr. Jekyll y Mr. Hyde son la misma persona, que Julién Sorel será decapitado,que el nombre del asesino de Roger Ackroyd le es conocido.
El lector ideal no se interesa por los escritos de Michel Houllebecq.
El lector ideal sabe aquello que el escritor sólo intuye.
El lector ideal subvierte el texto.
El lector ideal no se fía de la palabra del escritor.
El lector ideal procede por acumulación: cada vez que lee un texto, agrega una nueva capa de memoria al cuento.
Todo lector ideal es un lector asociativo. Lee como si todos los libros fueran la obra de un único escritor, prolífico e intemporal.
El lector ideal no puede volcar su conocimiento en palabras.
Al cerrar un libro, el lector ideal siente que, de no haberlo leído, el mundo sería más pobre.
El lector ideal es como Joseph Joubert que arrancaba de los libros de su biblioteca las páginas que no le gustaban.
El lector ideal tiene un perverso sentido del humor.
El lector ideal nunca cuenta sus libros.
El lector ideal es a la vez generoso y avaro.
El lector ideal lee toda literatura como si fuera anónima.
EI lector ideal usa con placer el diccionario.
El lector ideal juzga a un libro por su cubierta.

Al leer un libro de hace siglos, el lector ideal se siente inmortal.
Paolo y Francesca no eran lectores ideales, ya que le confiesan a Dante que, después del primer beso, ya no leyeron más. Un lector ideal hubiese dado el beso y seguido leyendo.
Un amor no excluye al otro.
El lector ideal no sabe si es o no el lector ideal hasta después de acabado el libro.
El lector ideal comparte la ética de Don Quijote, el deseo de Madame Bovary, el espíritu aventurero de Ulises, la desfachatez de Zazie, al menos mientras dura la narración.
El lector recorre con placer senderos conocidos. “Un buen lector, un lector con mayúscula, un lector activo y creativo es un relector”. Vladimir Nabokov.
El lector ideal es politeísta.
El lector ideal guarda, para un libro, la promesa de la resurrección.
Robinson no es un lector ideal. Lee la Biblia para encontrar respuestas. Un lector ideal lee para encontrar preguntas.
Todo libro, bueno o malo, tiene su lector ideal.
Para el lector ideal, todo libro es, en cierta medida, su autobiografía.
El lector ideal no tiene una nacionalidad precisa.
A veces, un escritor debe esperar varios siglos para encontrar a su lector ideal. Blake necesitó cientocincuenta años para encontrar a Northrop Frye.
El lector idean según Stendhal: “escribo para apenas cien lectores, para seres infelices, amables, encantadores, nunca morales e hipócritas, a quienes me gustaría complacer. Apenas si conozco a uno o dos".
El lector ideal ha sido infeliz.
El lector ideal cambia con la edad. El lector ideal de los Veinte poemas de amor, de
Neruda, a los catorce años puede no serlo a los treinta. La experiencia empaña ciertas lecturas.
Pínochet, al prohibir Don Quijote por temor a que el libro pudiera leerse como una
defensa de la desobediencia civil, fue su lector ideal.
El lector ideal nunca agota la geografía de un libro.
El lector ideal debe estar dispuesto a no sólo suspender su incredulidad sino a adoptar una nueva fe.
El lector ideal nunca dice: “Si solamente...".
Escribir en los márgenes de un libro es marca del lector ideal.
El lector ideal proselitiza.
El lector ideal es veleidoso sin sentirse jamás culpable.
El lector ideal puede enamorarse de al menos uno de los personajes de un libro.
Al lector ideal no le preocupan los anacronismos, la verdad documental, la precisión
histórica, la exactitud topográfica.
El lector ideal no es un arqueólogo.
El lector ideal exige rigurosamente que se mantengan las leyes y reglas que cada libro crea para sí mismo.
“Hay tres casos de lectores: la primera, aquellos que gustan de un libro sin juzgarlo; la tercera aquellos que lo juzgan sin gustarlo; y otra, entre las dos, que juzgan mientras gustan de un libro y gustan de un libro mientras lo juzgan. Estos últimos dan nueva vida a una obra de arte y no son muchos.” Goethe, en una carta a Johann Friedrich Rochlitz.
Los lectores que se suicidaron después de leer Werther no eran lectores ideales sino
meramente sentimentales. El lector ideal es pocas veces sentimental.
El lector ideal desea llegar al fin del libro y, al mismo tiempo, que el libro no acabe.
El lector ideal nunca se impacienta.
Al lector ideal no le interesan los géneros literarios.
El lector ideal es (o parece ser) más inteligente que el escritor. Pero no por eso de ningún modo lo menoscaba.
Llega un momento en que todo lector se considera un lector ideal.
Las buenas intenciones no producen lectores ideales.
El Marqués de Sade: “Sólo escribo para quienes pueden entenderme, y éstos me leerán sin correr peligro”. El Marqués de Sade se equivoca: el lector ideal siempre corre peligro.
El lector ideal es el personaje principal de toda novela.
Valéry: “Un ideal literario: saber por fin no llenar la página de nada excepto el lector”.
El lector ideal es alguien con quien el escritor podría pasar la noche, a gusto, con una copa de vino.
No debe confundirse lector ideal con lector virtual.
Un escritor no es nunca su propio lector ideal.
La literatura depende, no de lectores ideales, sino de lectores suficientes buenos.

Se trata de releer con cuidado los textos que te enviamos y luego crear una comparación: escribir para mi es como…. Esta comparación tiene que ser concreta, es decir, no debemos
dar una respuesta del estilo “como un aire que vuela por el espacio” sino más bien “como tomar una cucharada de sopa caliente”, más visual y directa. Una vez elegida nuestra imagen, contaremos la historia de alguien que no puede vivir sin tomar esa sopa caliente, pero que tiene las más variadas sensaciones. Esas sensaciones son las mismas que tenéis vosotros a la hora de escribir. Como en las recetas de cocina, podemos señalar el nivel de dificultad de nuestra propuesta: es alto.

domingo, 8 de agosto de 2010

DERECHOS DEL LECTOR - DANIEL PENNAC

En el libro de Daniel Pennac, COMO UNA NOVELA, aparecen los siguientes derechos de lector:

•El derecho de no leer un libro.
•El derecho de saltar las páginas.
•El derecho de no terminar un libro.
•El derecho de releer.
•El derecho de leer lo que sea.
•El derecho al Bovaryismo (enfermedad textual transmisible).
•El derecho de leer donde sea.
•El derecho de buscar libros, abrirlos en donde sea y leer un pedazo.
•El derecho de leer en voz alta.
•El derecho de callarse.

DECÁLOGO PARA PADRES, PARA HACER BUENOS LECTORES


ESTE DECÁLOGO Y TODA UNA GUÍA PARA PADRES, SE PUEDE LEER EN EL DOCUMENTO
"LEER TE DA MÁS. GUÍA PARA PADRES" EDITADO POR EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN.
SE PUEDE DESCARGAR PINCHANDO AQUÍ.




Decálogo para padres
Diez principios imprescindibles para crear buenos lectores.

1. Dar ejemplo.
Las personas adultas somos un modelo de lectura para los niños. Leamos delante de ellos, disfrutemos leyendo.

2. Escuchar
En las preguntas de los niños está el camino para seguir aprendiendo. Estemos pendientes de sus dudas.

3. Compartir
El placer de la lectura se contagia leyendo juntos. Leamos cuentos, contemos cuentos.

4. Proponer, no imponer
Es mejor sugerir que imponer. Evitemos tratar la lectura como una obligación.

5. Acompañar.
El apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No los dejemos solos cuando aparentemente saben leer.

6. Ser constantes
Todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura.

7. Respetar
Los lectores tienen derecho a elegir. Estemos pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan.

8. Pedir consejo
El colegio, las bibliotecas, las librerías y sus especialistas serán excelentes aliados. Hagámosles una visita.

9. Estimular, alentar
Cualquier situación puede proporcionarnos motivos para llegar a los libros. Dejemos siempre libros apetecibles al alcance de los niños.

10. Organizarse
La desorganización puede estar reñida con la lectura. Ayudémosles a organizarse: su tiempo, su biblioteca...

DECÁLOGO DEL LECTOR (EN PDF)

DOS VÍDEOS BUENOS: LEER ESTÁ DE MODA-EL BOOK; Y, ENGANCHADOS AL LIBRO DE JOSÉ MOTA


Hoy queremos alegrar el día con un toque de humor de mano de este simpático vídeo que nos presenta un invento revolucionario: el book (esto es, el libro, aunque en inglés suene más moderno y sofisticado). Las imágenes van desmenuzando las funcionalidades y complementos del book haciendo paralelismos con la tecnología digital.

¿Creíamos que el escaneado era exclusivo de los dispositivos electrónicos? El nuevo “dispositivo de conocimiento bioóptico organizado” va mucho más allá, y no necesita cables ni baterías.

El book cuenta con escáner visual que almacena la información de cada página directamente en nuestro cerebro. Además, tenemos un complemento opcional estupendo, adecuado a las necesidades de conocer el punto exacto en el que hemos dejado la lectura: el marcapáginas.

Anunciate aquí

Una sencilla herramienta de anotación, el lápiz, permitirá añadir los comentarios al margen que el usuario desee. El dispositivo manos libres (el atril) completa la facilidad de manejo del dispositivo. “Bienvenido a la era del Book”.

Para acabar, no me resisto a recordaros otro vídeo humorístico con el que estuvimos riendo un buen rato y que presentaba a una juventud perdida enganchada a los libros. ¡Dónde vamos a llegar!


Partiendo de una parodia del programa Callejeros, de Cuatro, en poco más de tres minutos nos muestra una realidad paralela, una especie de ficción (científica) en la que los jóvenes españoles se esconden de sus padres (y de la sociedad) para poder consumir libros, llegando a engancharse a ellos y comportándose como verdaderos yonquis. Para los lectores de fuera de España, aclarar que Jose Mota es uno de los humoristas más conocidos de España desde su etapa en ‘Cruz y Raya’; en este sketch es el vecino indignado que pasea un perro de aguas.

DECÁLOGO DEL BUEN LECTOR de ANTONIO MUÑOZ MOLINA

Antonio Muñoz Molina en su intervención en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (2007)

Muñoz Molina intervino en la Feria con una conferencia justamente titulada Decálogo del buen lector de la cual me permitiré parafrasear y comentar los siguientes puntos:

1) Se aprende a leer antes de leer o mejor podríamos decir, se aprende a amar la lectura aún antes de saber leer. Se llega a la lectura a través de la voz del otro en la primera infancia. A través de la voz de la madre, del padre, de los abuelos cuando nos cuentan un cuento cuando somos bebés. No es nuevo que la oralidad, la palabra hablada es el puente de iniciación a la literatura y a la lectura. Es la fascinación por las historias, por la narración la que, en primer lugar, puede atraparnos en la lectura.

2) El buen lector empieza a leer muy pronto o, según palabras del escritor: “Si el niño tarda mucho en aprender a leer, pierde mucho tiempo”. Parecen palabras dichas desde la adultez, de quien se lamenta o supone que si hubiera aprendido a leer más temprano habría podido leer más libros. Lo que si es cierto es que la fascinación por la lectura (que para mi fue también la fascinación por los libros) comienza desde muy temprano en la infancia.

3) El buen lector ama, no solamente los libros sino todos los demás vehículos de la cultura. Y acá dijo una frase de esas de enmarcar y que usé para el título del post: “La televisión no es enemiga [...] ni el cine, ni el videojuego son enemigos de la lectura, lo que es enemigo de la lectura es la ignorancia”. Aquí se coloca a la lectura como instrumento de contacto con la cultura que es, a fín de cuentas, aquello con lo que nos contactan los libros y de eso habla más adelante.

4) “El buen lector no sólo ama la literatura y la literatura de ficción, también ama los libros de historia, ama los libros de explicación de naturaleza, de ciencias naturales, el buen lector también ama los mapamundis”. Ya se ve, la relación con la lectura es la relación con el conocimiento, con el aprendizaje, con la cultura y con la pregunta más primigenia de la identidad.

5) El buen lector es alguien que es capaz de estar solo porque unicamente en soledad se puede leer. La escena primaria de la lectura llaman a eso. La lectura y la escritura son actos en soledad, en silencio, aunque se hagan estando rodeados de gente, son actos de introspección casi. La relación con el tiempo y el espacio es fundamental y, por supuesto, la capacidad o posibilidad de cada quien para tener un el tiempo y el espacio para leer es un elemento a considerar (no todos lo tienen y de allí la importancia de las bibliotecas, por ejemplo).

6) La lectura nos acerca a la naturaleza humana en todas sus variantes. La lectura nos muestra lo variado que es el mundo: “Te enseña que los seres humanos somos muy parecidos y también muy diferentes”. Nos acerca a la naturaleza humana y a la gran cultura porque nos muestra mundos distintos al nuestro, personas distintas a nosotros, nos muestra, enfín, la alteridad y la tolerancia al otro.

7) El buen lector busca a otros lectores, hace comunidad. Este es un punto que a mi en lo particular me interesa mucho porque tiene que ver justamente con el de las comunidades o redes de intereses que, virtuales o no, permiten compartir el conocimiento, los gustos, la pasión por los libros y la lectura. Hoy en día tenemos múltiples herramientas virtuales para esto en internet incluyendo facebook y las editoriales cada vez están entendiendo más que deben incentivar el uso de herramientas de la Web 2.0 para que los lectores sean más activos y participativos.

8) El buen lector ama las librerías independientes. Tema peliagudo éste pero sobre el cual tengo alguna experiencia. El buen lector es un cliente exigente, es alguien que siempre va a buscar profundizar y es alguien que busca en el librero un guía que rara vez encontramos en una librería grande de cadena, mientras que las librerias independientes, especializadas suelen tener las lecturas que un lector avezado busca.

9) Para que surjan buenos lectores, el sistema debe ayudar, no surgen de la nada, aunque pueden surgir en cualquier lugar: “La única manera de que haya lectores es un sistema social que permita a la gente aprender a leer y escribir”. Otro tema complejo que apunta al lugar que ocupa la cultura en nuestras sociedades y, sobre todo, al rol que juega la educación formal en la enseñanza de la lengua, la literatura, la lectura y la escritura. Eso que llaman las políticas del libro y la lectura son piedras fundamentales.

Hasta aqui el comentario del decálogo (faltó un punto) de Muñoz Molina y que de ninguna manera es el único, porque creo que cada uno de nosotros tendrá algo que agregar. Pero para que no sea más largo llega hasta aquí. La mesa está servida para una discusión en profundidad.